viernes, 15 de mayo de 2009

Con miedo en el cuerpo

Esta noche, mi hija pequeña, reclamaba mi mano. Había soñado algo que le producía “yuyu” y necesitaba sentir la seguridad que una madre da en estos momentos. Ya me gustaría a mi poder estirar mi mano para que alguien pueda apartar de mi el miedo, la duda, la rabia y el dolor que estos días siento. Escucho las noticias y atónita descubro que nuestros gobernantes ya han tomado sus decisiones para legalizar el aborto, diciendo que así se garantiza la libertad, la democracia y el derecho de las mujeres. Y por otra parte, oigo que se niega las ayudas a las jóvenes que decidan seguir con su embarazo, aunque haya sido no deseado. En muchas CCAA se han negado a aprobar estas ayudas que además se han propuesto por iniciativa legislativa popular, es decir, con el deseo explicito de ciudadanos con nombre y apellidos. Por tanto la democracia, la libertad y el derecho es sólo para las mujeres que decidan abortar, las demás tendrán que acudir, si quieren llegar a conocer y abrazar a sus hijos, a entidades privadas, o a la Iglesia, o las asociaciones creadas por personas de buena voluntad pero con recursos limitados, porque el gobierno Español no las considera con el derecho a criar a sus hijos. Pues lo dicho, ojalá alguien nos pueda dar la mano a muchas personas que tenemos el miedo de ver nuestro país convertido al mas puro y selectivo nazismo. Si Hitler hubiera conocido a nuestros gobernantes, estaría orgulloso de ellos.

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