viernes, 9 de febrero de 2018

55


Hola, hoy es 9 de febrero. Para muchos es un día cualquiera. Pero conozco gente que celebra hoy su cumpleaños: Mª Carmen Dueñas, Miriam Arriero, Carlos el profe de Batería, Guadalupe y quizás alguien más. Por ejemplo: yo misma. Hoy es un día especial para mí, cumplo 55 años. Es un número bonito, no son los 15, pero es un bonito número pareado.
 Llevo unos días haciendo balance, y reconozco que llevo años vividos muy intensos, años muy movidos, años más tranquilos, años de todo tipo.  Tuve los primeros 20 años familiares muy felices, con unos padres maravillosos y unos hermanos geniales. Luego emprendí un viaje alucinante: me case con el mejor hombre de la tierra. Necesité permiso paterno porque en aquellos años la mayoría de edad era a los 21. Hemos formado una preciosa familia de 4 hijos y ya tenemos dos nietas y otra que llegará pronto. Sentarse todos a la mesa es difícil, hay que poner una supletoria, pero no importa, se hace y comemos todos sin problemas. Tengo siempre croquetas caseras congeladas para improvisar cualquier cena, y me encanta reírme con todos ellos entre plato y plato. Llevo casi 40 años queriendo con locura al padre de mis hijos, fuimos unos novios muy jovencitos, pero maduros. Y supimos ir creciendo juntos bandeando las vicisitudes de la vida, mudanzas y destinos de trabajo para establecernos definitivamente en nuestro hogar. He tenido las mejores vecinas del mundo, que me han suplido las carencias familiares que supone tener a toda la familia a casi 400km.
Mis ojos ya necesitan ayuda para leer, las escaleras me incomodan mucho, y cambié la bañera por plato de ducha… mis cabellos platean, y me gusta respetar los pasos de peatones para cruzar segura. Todo esto me indica que cumplo un bonito número de años, y que deseo seguir cumpliendo muchos más para llenar mis días haciendo felices a los demás, amando a cada uno que pasa a mi lado, a cada persona que me saluda, que me conoce, o que simplemente me necesita.
Creo firmemente en Dios, ese Padre que me cuida y me ha dado tanto durante estos años, y al que pido cada día por todos vosotros, los que estáis ahí, en mi vida. Vosotros me ayudáis para seguir el camino y no perderme. A Él le pido que no me aparte de Su lado, que le sea fiel a lo que me pide cada día: Amar.  
Bueno, soplaré las  velas un año más, y daré gracias a Dios por todos estos años. Y mañana será… 10 de febrero.