martes, 9 de septiembre de 2014

¡¡abierto!!

Pues ahora está abierto para dar a conocer mi nueva situación: ¡¡ soy abuela!!
Así dicho suena a palabrería, a ¡qué más da! … pero sentir de nuevo el llanto de un bebé, abrazar la fragilidad, envolver de cariño la pequeñez, sentir el latir de un corazoncito, trasmitir seguridad, canturrear viejas canciones, trasnochar, madrugar… y un sinfín de cosas más se encierra en la magia de ser abuela.

Durante unos días, pocos, pero al menos unos días, he podido derrochar mis abrazos, mis mimos, mi sentimiento de “abuela”… , mi cariño entre ellas: mi hija y mi nieta.

Ahora toca la distancia, sentir que lejos es cerca, que allí es aquí, que una son “dos”, y que cada momento que pasa quisiera estar a vuestro lado. Por eso no dejo de tener la cabeza y el corazón en varios sitios, sin mezclas, tratando de desvelar lo que la retina guarda para recrearme viendo lo que vi, y escuchando lo que oí.

Es difícil que los dedos y el teclado expresen lo que el corazón siente, las palabras tampoco son capaces, por eso, es mejor que termine este breve, pero intenso post.