domingo, 27 de septiembre de 2015

y ha llegado el otoño...!!

Aunque precisamente hoy el calor ha vuelto (eso del veranillo de los membrillos...), me he dado cuenta que ha comenzado el otoño. Y mi última entrada data del 10 de agosto. ¡¡cuantas cosas han pasado estos dias y que poco tiempo he tenido!! 
El verano muy atípico, sin vacaciones, y casi sin sol para mi. Julio preparando la mariápolis con una dedicación de muchísimas horas al día. Y luego, los dias en Astorga construyendo y viviendo con 800 personas de toda España la experiencia mariápolis, que ha sido estupenda. Incluso unos dias después, pude saludar en el área de descanso de una autovía, a una familia que por falta de tiempo no pude localizar entre los participantes en la Mariápolis. ¿casualidad? Seguramente no, fue ese regalo sutil que a veces notas que Alguien quiere hacerte. ¿no sabias que Yo lo puedo todo? Hasta hacerme coincidir en ese restaurante con esa familia Sevillana a la que había prometido un abrazo y que no pude hacerlo en los dias de mariápolis. Y tres dias después, me reconocen y podemos saludarnos. ¡¡Gracias Caty, espero volver a vernos!!
Y aunque el verano continuaba, de repente fue como si todo se parase después de un estupendo día en el parque de atracciones. La imprevista apendicitis que obliga a operar a mi hijo Salva en el hospital Ramón y Cajal de Madrid. Allí llegamos un 15 de Agosto, día de la Asunción de Maria con la previsión de pasar un par de dias acompañándole en el hospital...pero las complicaciones que aparecieron posteriormente alargaron hasta 21 dias su estancia allí.
Hemos pasado esta situación en familia, juntos, cada uno en el lugar que tenía que estar y supliendo las necesidades unos de otros. Hemos ejercitado la paciencia, la oración, el compartir, el pedir ayuda, el ayudar, el dejarse hacer, el sugerir como mejorar algo... en fin no hemos desaprovechado la ocasión de la enfermedad quejándonos y resignandonos, sino afrontando cada momento y buscando soluciones, ofertando ideas, superando los momentos duros y difíciles, ofreciendo los dolores, dando gracias por lo que teníamos y tratando de ofrecernos a los demás. Muchos dias en esa "ciudad" hospitalaria, dan para conocer pasillos, atajos, baños escondidos... y a personas perdidas en esos pasillos a las que ofrecer tu conocimiento. Tantos dias allí dan para mucho: crear relación con los otros enfermos, con sus familiares, con los profesionales que trabajan su turno y tratar de ver en cada uno de ellos como la oportunidad que este verano me ofrecía para conocerles. Puede que nunca vuelva a ver a Rocío, a Juan, al señor Paco, a esa señora mayor y tan guapa, a Rafael , a Angelines... y a tantos otros,  pero no importa, yo los recordaré como parte de este verano´15 y como si fueran los mariápolitas que sin ir a Astorga, me tocaba conocer y querer durante estos dias.
Ahora, llega el otoño, la "normalidad" escolar y el horario que cumplir. Ahora Marta, después de un verano que le ha hecho madurar mucho, vuelve a tenerme para sus deberes, su Science, su música y su deporte y mucho mas... 
Gracias a cada uno de los que habéis vivido esta etapa a mi lado, ayudándome, sosteniéndome, y rezando también. Ha sido muy importante contar con cada uno de vosotros y vuestra cercanía. 
Prometo no tardar mucho en escribir. Gracias de nuevo por estar ahí.