lunes, 9 de junio de 2014

Prueba superada

En un viaje relámpago a Loppiano, precioso pueblecito de la Toscana Italiana, muy próximo a Florencia, he tenido el privilegio de conocer a muchas jóvenes estupendas que compartían una bellisima experiencia  y amistad. Ellas me propusieron hacer comida española, mas concretamente una paella. Una "gran paella para 35 comensales". Y acepté el reto. 
En mi maleta viajaron el azafrán, la "carmencita" el perejil y mis hojas de laurel de "campolivo". Productos básicos para ese sabor tan español. 


Tras una larga mañana de cocina y cuatro fuegos encendidos, el resultado fue optimo, como puede verse.

No hice una, sino 4 paellas. 

Faltó algún ingrediente marino, pero esto no deslució ni la presentación ni el sabor de la paella. Fue un reto superado y exitoso. Eso si, comido con la mejor compañía juvenil que una madre puede desear.