sábado, 9 de febrero de 2013

Cincuenta años



Cincuenta años de mi vida. Hoy los he cumplido. Han llegado felicitaciones de muchos familiares, amigos, conocidos, y de muchas partes del mundo: España, Italia, Brasil, Irlanda... Es abrumador saber que las personas te quieren, te desean lo mejor, te acompañan y  se acuerdan de ti.
Miras atrás y recuerdas muchas cosas, muchos acontecimientos vividos, ¡tantos días y  calendarios que han pasado! Y te das cuenta que eres “del siglo pasado”. Sacas las monedas antiguas, lo billetes, y los ojeas con nostalgia y asombrando a tus hijos con lo que podías comprar con céntimos, pero no de euros, sino de peseta. Rebuscas las fotos donde te ves más guapa, más delgada, con más pelo… y ¡¡hasta desempolvas el vestido de novia!!
De repente te das cuenta que es un día importante, que has pasado más de la mitad de tu vida, y te preguntas ¿Qué ha pasado?. Pues ni más ni menos que estoy viva, que trato de vivir cada día que amanece aprovechando para no dejarlo escapar.
Hoy he dado gracias por muchas cosas: por mi familia, por mis amigos, por cada persona que he conocido, por tantos bienes recibidos a lo largo de estos años. Tuve la suerte de tener unos padres maravillosos, ejemplares. Crecí en una familia numerosa, siendo la peque de seis, y adoro a mis hermanos. Encontré en mi camino al mejor hombre del mundo al que amo cada día más. Tengo cuatro hijos que me vuelven loca y me hacen sentir la mujer más importante de sus vidas. Comparto mi camino con muchas personas que tratamos de mejorar juntas cada día y llevar el mundo “en brazos”. Por todo esto, y mucho más hoy ha sido uno de los días más felices de mi vida. Un Gracias grande a todos y a por muchos años más.

martes, 5 de febrero de 2013

Hasta siempre, Inés



Casi nueve meses rezando intensamente y con la máxima fe posible, pidiendo la curación de Inés. Así ha pasado este tiempo desde que conocí la noticia de su enfermedad. He pedido el milagro a Chiara Luce Badano. Y ayer, 4 de febrero la pequeña Inés llegaba al cielo. Imagino que habría fiesta por su llegada, aumentando así los angelitos que nos cuidan cada día.

Inés Fraile Guerrero

Pero no dudo que aunque Inés  no se curó de la enfermedad, el milagro se ha producido. Seguramente si cada uno de los que la hemos conocido a ella y su familia con más o menos amistad, podemos mirar y ver lo que ellos nos han hecho mejorar. Yo he aprendido a querer mejor a mis hijos, a ser mas paciente, a valorar también los defectos y las “manías”, a disfrutar cada momento que los tengo cerca… y tantas otras cosas. También puedo añadir el testimonio que han sido sus hermanas y padres, contando con cada uno de nosotros para ir juntos en este difícil camino que ha sido para ellos la enfermedad de Inés. Os agradezco que nos hayáis dejado estar a vuestro lado, compartir cada noticia, cada mejoría y cada recaída. Hemos volado a Disney world con vosotros, y hemos leído la felicitación de Navidad más bonita del mundo. 

Por todo esto, y mucho más, gracias a Inés y a toda la familia, por que el milagro que Dios ha obrado en vosotros es palpable. Echaremos de menos a Inés, por supuesto, pero cada noche, sin ninguna duda, ella os arropará con su cercanía celestial y os esperará en el Paraíso.