Hola, hoy es 9 de febrero. Para
muchos es un día cualquiera. Pero conozco gente que celebra hoy su cumpleaños:
Mª Carmen Dueñas, Miriam Arriero, Carlos el profe de Batería, Guadalupe y
quizás alguien más. Por ejemplo: yo misma. Hoy es un día especial para mí, cumplo 55 años. Es un número bonito, no
son los 15, pero es un bonito número pareado.
Llevo unos días haciendo balance,
y reconozco que llevo años vividos muy intensos, años muy movidos, años más
tranquilos, años de todo tipo. Tuve los
primeros 20 años familiares muy felices, con unos padres maravillosos y unos
hermanos geniales. Luego emprendí un viaje alucinante: me case con el mejor
hombre de la tierra. Necesité permiso paterno porque en aquellos años la
mayoría de edad era a los 21. Hemos formado una preciosa familia de 4 hijos y
ya tenemos dos nietas y otra que llegará pronto. Sentarse todos a la mesa es
difícil, hay que poner una supletoria, pero no importa, se hace y comemos todos
sin problemas. Tengo siempre croquetas caseras congeladas para improvisar
cualquier cena, y me encanta reírme con todos ellos entre plato y plato. Llevo
casi 40 años queriendo con locura al padre de mis hijos, fuimos unos novios muy
jovencitos, pero maduros. Y supimos ir creciendo juntos bandeando las
vicisitudes de la vida, mudanzas y destinos de trabajo para establecernos
definitivamente en nuestro hogar. He tenido las mejores vecinas del mundo, que
me han suplido las carencias familiares que supone tener a toda la familia a
casi 400km.
Mis ojos ya necesitan ayuda para
leer, las escaleras me incomodan mucho, y cambié la bañera por plato de ducha…
mis cabellos platean, y me gusta respetar los pasos de peatones para cruzar
segura. Todo esto me indica que cumplo un bonito número de años, y que deseo
seguir cumpliendo muchos más para llenar mis días haciendo felices a los demás,
amando a cada uno que pasa a mi lado, a cada persona que me saluda, que me
conoce, o que simplemente me necesita.
Creo firmemente en Dios, ese
Padre que me cuida y me ha dado tanto durante estos años, y al que pido cada
día por todos vosotros, los que estáis ahí, en mi vida. Vosotros me ayudáis
para seguir el camino y no perderme. A Él le pido que no me aparte de Su lado,
que le sea fiel a lo que me pide cada día: Amar.
Bueno, soplaré las velas un año más, y daré gracias a Dios por
todos estos años. Y mañana será… 10 de febrero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario