jueves, 14 de marzo de 2013

Habemus Papam



Es fácil enamorarse del acento argentino. Es fácil imitarlo, hacerlo nuestro. ¿Quién no ha contado alguna vez un chiste argentino, ché? Vienen a mi mente nombres de futbolistas argentinos muy famosos y reconocidos internacionalmente. Cuando escucho un tango, no puedo evitar sentir inmensas ganas de bailarlo. Tengo muy buenas amigas argentinas y muchas españolas viviendo "allá". Y los que me conocéis bien, sabéis cómo me pirra el dulce de leche argentino.

A mis 50 años he conocido a cuatro Papas, y os aseguro que ayer, cuando me informaron de la fumata blanca, y junto a algunas buenas amigas nos pusimos alrededor de la tele para vivir en directo el momento, sentía una emoción indescriptible. Era muy consciente del momento histórico que estábamos viviendo. No faltaron las bromas, las risas, los silencios, las lágrimas, y entre tanta emoción tampoco el “mistela” y las pastas. Juntas esperando al “quinto” Papa en mi vida. Cuando dijeron el nombre,  una de nosotras que es Argentina, dio un  gran  brinco de incontrolable alegría. Fue espectacular su respuesta, que por supuesto hicimos todas nuestra. ¡¡Un Papa Argentino!!  
Su primera aparición me encantó. Supo hacernos callar y oír el silencio para rezar. Creo que todos pudimos sentir su cercanía y sencillez. Y desde ayer, todos somos un poco argentinos.  Para algunos será nuestro Papa, para otros, indudablemente el jefe del estado Vaticano. Por mi parte, cuenta con mis oraciones el nuevo Papa Francisco. Iremos haciendo camino y escribiendo historia. ¡¡BIENVENIDO SANTIDAD!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario