sábado, 7 de mayo de 2011

Ocurrencias del lenguaje

Puede sonar a chiste, pero ocurrió anoche, cuando me dirigía a urgencias. Mi gran amiga y vecina, siempre dispuesta a ayudarme, nos llevaba en su coche. La pequeña Marta después de unos cuantos días febriles, estaba empeorando con una reacción alérgica por todo el cuerpo. Con mucho sueño, pero dispuesta a colaborar en esta "odisea" de ir a urgencias, iba charloteando en el coche. Y muy simpática ella, le dice a Mercedes:
-sabes, hoy en el cole la seño iba a enseñar a los niños a fumar-
Yo sonreí y también Mercedes. ¿a fumar? Preguntamos,- pero eso no es posible para los niños.
 - Que si, que van a empezar a fumar.-
 Y dale. Nosotras nos reíamos, pero no lográbamos entender. Bromeábamos con la ley antitabaco, con la prohibicion de fumar, y entonces era Marta la que no nos entendió.
 Al final, casi enfadada, dijo: -que si, que me lo ha dicho mi hermana, que la seño hoy iba a enseñar a los niños a fumar: dos y dos son cuatro.-
Ahí estaba el truco. Sus cinco añitos recién cumplidos aun no distinguen fonéticamente la s de la f.

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