domingo, 18 de abril de 2010

"Agentes Externos"

Hace tiempo que veo como los agentes externos a mi familia desean apropiarse de la formación moral de mis hijos. ¿Y de los tuyos?
Mirad en el centro de salud se puede observar un gran cartel que dice: “consulta joven, acude”. He investigado que es eso de consulta joven y me ha sorprendido el concepto de absoluta confidencialidad. Textualmente dice: Asesorarte e informarte ante cualquier problema físico, psíquico y social, en la más absoluta confidencialidad. Yo me pregunto si esa absoluta confidencialidad es negar la información a los padres de lo que los menores les plantean. Y parece ser que así es. Pero esa consulta no está solo en centro de salud, se puede encontrar en el centro universitario y en un centro educativo de mi ciudad. Vamos, que si los menores de edad quieren saber o dudan en algo ya no es la fuente sus padres, ni la familia, ahí está la figura de la consulta joven para asesorarles, eso sí, en un horario, que eso de total disponibilidad es una chorrada que queda para los anticuados padres. Y las noches en blanco para cuando están enfermos o tienen que estudiar o acabar un trabajo, es para la familia ¡¡que algo tendrá que hacer!!
Pero sigo, he ojeado algunos libros de lectura que edita la Junta de Castilla la Mancha y sorprendida leo que ante los problemas, los jóvenes deben acudir a amigos de confianza, o a instituciones locales o de la junta de comunidades especialistas en la juventud. Pero no aparece por ningún lado la figura de los padres. ¡¡Vaya olvido de la redacción!! ¿o no es un olvido, si no algo intencionado?
Entonces encontramos la concejalía de la juventud, la casa de la juventud, y muchas más entidades pagadas con nuestros impuestos donde se les “educa” para afrontar esta dura etapa de la juventud. Pero basta darse un paseo por estas instalaciones (si te dejan, pues te ponen una cara de “vete de aquí vejestorio”) para ver los folletos informativos sobre temas morales que ahora se empeñan en llamar temas de obligada información por parte de la administración.
O esos cursos de ecuación sexual que se imparten en los centros educativos por parte de profesionales (algunas veces, otras son voluntarios sin titulación), que en horario lectivo, y sin informar previamente a los padres, se imparten en tutorías o saltándose horario de otras asignaturas. Vamos, que mandas a tus hijos a aprender mates o ciencias, o filosofía, y aprovechan para enseñarles a ponerse un preservativo con la pata de la silla, o a usar juguetes eróticos. Y eso está pasando, no es exagerado.
Pues ya sabéis: consulta joven, libros de lectura obligada, caseta de la juventud, concejalía de la juventud, cursillos de “afectividad”, se están encargando de educar a nuestros hijos más allá de nuestro consentimiento. ¿Lo vais a seguir consintiendo?

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