Hoy es un día familiar. En casa
celebramos cumpleaños. Habrá tarta de chocolate, y brindaremos con sidra. Hoy recordamos
que hace 26 años nació mi Salvita.
Fue una llegada esperada pero turbulenta. Solitaria y accidentada, con
mucho riesgo pero al final todo salió
bien. Tardé en verte y abrazarte muchas horas, ¡¡dos larguísimos días oyendo
hablar de ti y yo sin conocerte!! Al
final nuestro encuentro llegó y te abracé cuanto pude con mi debilidad. Recuerdo
lo frágil que me sentía al acurrucarte, y lo luchador que fuiste para salir
adelante. Un buen tándem madre-hijo para siempre. Fuiste un niño muy, muy bueno, excesivamente tranquilo
(-juguetes de diversos colores para
estimular a mi hermanito-, escribía tu hermana a los reyes magos en su
carta). Yo agradecí siempre las noches tranquilas, el sueño solo interrumpido
por hambre o alguna tos inoportuna. ¡¡Cuántas sonrisas provocadas por tus “mareos
nocturnos” solucionados durmiendo!!
Gracias hijo, porque me hace
sentir importante, necesaria, y querida.
Y ahora a preparar un buen cocidito de
madre por deseo expreso del homenajeado. Estáis invitados.
¡¡Feliz cumpleaños Salvita!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario