Esta semana en el semanario Alfa y Omega, en la seccion de pequealfa, escribe mi hija Carmen:
http://www.alfayomega.es/Revista/2012/776/16_pequealfa.php
Haber objetado a Educación para la ciudadanía ha supuesto una
experiencia muy positiva. La incomprensión de mis compañeros (yo era la
única objetora del colegio) ha sido una oportunidad para, con ayuda mis
padres, tratar de entender yo misma nuestra postura, y explicarla a los
demás. Lo primero fue fiarme de mis padres, ya que ellos saben lo que es
mejor para mí; y luego fue entender y defender yo misma lo que me
habían enseñado. Han pasado tres años desde que objeté, y recuerdo esos
días como una aventura única, una conquista en familia. Nunca
me sentí rara, pero sí diferente. Una diferencia que me ha enseñado a ir
contracorriente en muchas ocasiones, sin dejarme llevar por modas o
actitudes sociales. Recuerdo que aprovechaba las horas de esa clase para
escribir mis sentimientos en un cuaderno, expresando mi actitud, con el
deseo de que los demás entendieran por qué no entraba a clase. Así fue
creciendo en mí un deseo de compartir mis pensamientos, comenzando por
unos folios y continuando con un blog en Internet, donde escribo y comparto con mis amigos. ¡Incluso he ganado un premio de relatos!
Hola Carmen:
ResponderEliminarMe ha encantado tu opinión y tu valentía en el artículo que has escrito.
Merece la pena ir contracorriente....sobre todo cuando tienes unos padres y unos hermanos tan maravillosos que te apoyan y te orientan.
Adelante....sigue así...tan llena de vida y amante de la vida y la verdad.
Almudena (Talavera)